Crítica | Zootopia (2016)

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Uno tiene que apreciar el trabajo de Disney en torno a su legado animado, el cual comenzó en 1937 con Blancanieves. Por más que tuviera problemas para adaptarse al siglo XXI, es indudable que la casa de Mickey Mouse aún se sostiene en el campo de la animación que construyó su prestigio. El estudio sigue influyendo en el mismo a base productos de calidad, interesados en el disfrute de sus historias generalmente construidas sobre buenos valores. Y son esos buenos valores los que lideran el quinto trabajo del renovado Disney Animation Studios (se renovó en 2010 con Enredados): Zootopia. Dicho film no es el proyecto más entretenido o inteligente del estudio, pero quizá sea el más importante, hablando de temas de relevantes y refiriéndose directamente a la sociedad actual.

zootopia-critica-infoLa película animada resulta ingeniosa al abordar problemas sociales tan actuales como eternos a través del uso de una sociedad compuesta por animales. La audiencia se adentra en Zootopia, una ciudad perteneciente a una realidad liderada por dichos animales, sin rastro alguno de seres humanos. Por su parte, los habitantes han creado una sociedad como la nuestra, con los mismos avances tecnológicos, con política y todo lo que conforma nuestra vida moderna. Sin embargo, la diferencia no son los animales tomando nuestros roles, sino la forma en que los toman, al ser responsables de crear una civilización realmente civilizada en la que los mamíferos, divididos entre presas y cazadores, viven en armonía.

Lo presentado es solo un concepto, y el mismo es una base para la historia de la oficial Judy Hopps, la primera coneja policía, y Nick Wilde, un zorro escurridizo disfrutando de una vida de crimen. Este par disparejo se forma en torno a un caso policiaco en el que diversos animales cazadores han desaparecido. Dicho misterio pone a prueba a la novata Judy, pero su ímpetu la lleva al fondo del caso, el cual no es lo que parece. El mismo la obligará a entrar en terrenos en los que la ayuda de Nick será esencial, tanto para resolver el crimen, como para probar su valía tratándose de una policía discriminada.

Agrego el concepto de discriminación en torno al personaje de Judy Hopps debido a que gran parte de Zootopia se centra en el racismo, el juzgar las apariencias y la misma discriminación. La sola separación de los mamíferos entre “cazadores” y “presas” simplifica los problemas de nuestra sociedad en torno a la discriminación, haciendo que la película sirva como recuerdo de nuestros propios prejuicios como sociedad. También se trata de una clara crítica a la misma, mostrando la forma en que los animales civilizados son capaces de crear una vida más funcional que la nuestra.

El título del film es muy correcto, explicando la base y naciendo desde la palabra utopía. Esa última es la clave, proponiendo un relato dentro de una civilización mejor que la nuestra, que, pasados los animales y los elementos entretenidos, acaba siendo algo realista y acogedora en ciertos momentos. Zootopia no se trata de perfección, ni la película ni la sociedad que crea, pero si introduce una situación más que deseable dentro de los problemas que ocurren en nuestro mundo. La corrupción, el crimen e incluso las drogas son parte de esta historia, y dichos factores conectan al espectador a esta fantástica civilización, que además lidia con cosas todavía peores.

Pasadas las principales metáforas, la condición de Zootopia como esfuerzo animado para el entretenimiento es menos efectiva que todo el ingenio dentro de su concepto. Hay ciertos descensos en el ritmo y el mismo caso principal carece de interés durante algunos puntos. No obstante, la revelación de la verdad vuelve a atarnos a la butaca en busca de más explicaciones. Parece que me refiero a un thriller de detectives, pero la verdad es que se trata de uno, ya que Zootopia juega con la delincuencia constantemente. Tanto así que la película toma prestados varios elementos del cine de crimen. Los mismos son humorísticos por momentos, así como lo es la película al completo. Aunque, los chistes de animales agotan luego de tantas cantidades por lo que el asunto acaba siendo inconsistente a la hora de ser graciosa. La mayor parte del tiempo, el argumento se las arregla con el ingenio del mundo que lo rodea, pero ese mismo hace que queramos ver algo tan intrépido como el diseño o las ideas que lo dirigen.

La animación hace olvidar los problemas y el potencial para más, ya que la misma desborda en trabajo que aprecia el detalle. El detalle de los personajes, de los escenarios, de las mecánicas, del mundo al que da vida. La belleza hace su trabajo a la hora de comprender todo por lo que trabaja la película, dedicada a darnos personajes variados y un argumento atractivo narrativa y visualmente. Todo para comunicar sus buenos valores en contra de la discriminación y demás errores de nuestra sociedad. Y todo al ritmo de un cine animado propio de Disney, que cautivará a los más pequeños y les dará algo en lo que pensar. Algo verdaderamente importante que debería cambiar. Siendo esos jóvenes quienes heredaran nuestra sociedad, apreció que los responsables por Zootopia piensen en los pequeños como algo más que otra generación receptora de contenido hueco solo porque tiene colores. Zootopia tiene colores, pero los usa para decir algo relevante.

7/10

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