Soy un fanático perdido de los videojuegos de Tomb Raider, por lo que éstos ocuparon gran parte de mis tardes durante mi infancia. Siempre estaba intentando que el personaje de Lara Croft diera un salto imposible o saliera de algún aprieto, por lo que el videojuego de múltiples entregas formó mi interés en las aventuras gráficas y también en el cine. En 2001 se estrenó la adaptación de este juego, protagonizada por Angelina Jolie, cuya calidad no dio precisamente en el blanco. La elección de Jolie era perfecta, pero el cine a su alrededor no tanto, y así fue que todo acabó en el olvido, incluso con una secuela en 2003. El futuro de Tomb Raider en la pantalla grande quedó en espera. Mucha espera, porque recién ahora nos llega una nueva adaptación de este videojuego, lograda gracias al lavado de cara que recibió la propia franquicia.
Los videojuegos recientes de Tomb Rider nos regalaron a una Lara Croft más frágil, abriéndose camino hacia su destino y luchando contra amenazas verdaderamente peligrosas. Acordemente, esos conceptos son los que comandan Tomb Raider: Las Aventuras de Lara Croft, película que vuelve a acertar con el casting y promete aventuras salvajes. Con un estreno para 2018, el film busca recrear las nuevas versiones del videojuego, colocando a la ganadora del Oscar, Alicia Vikander, como Lara. A simple vista, no hay mucho que prometa demasiado, sin embargo, pensando en lo que refiere a adaptaciones de videojuegos, hay dos cosas que ya parecen cubiertas: el ambiente está ahí, y Vikander se ve como una Lara Croft convincente. Eso sin duda es superficial, pero es mejor que nada, y al menos da razones para ver el trailer a continuación.