Crítica | Ready Player One: Comienza el Juego (2018)

Una película sobre cultura pop para amantes de la cultura pop ejecutada con nostalgia

Inicialmente, a medida que el OASIS, el mundo virtual que define a Ready Player One, se abre en pantalla, hay algo que no funciona. No sé si es enfrentar el hecho de que estamos a punto de ver un largometraje forjado de forma digital, o que el mismísimo Steven Spielberg ha decidido filmarlo. Lo extraño de ver a Spielberg aquí no solo responde a verlo trabajar, casi por completo, dentro de un cuarto lleno de chromas. Eso no es necesariamente raro, ya que lo hizo con Las Aventuras de Tintin hace algunos años, pero verlo explotar su propia nostalgia y la cultura pop en general si suena arriesgado. Spielberg es parte de esa cultura, pero incluso para él, agrupar cada elemento de la misma, en su forma más contemporánea, podría ser una tarea pesada. Esa contemporaneidad lo es todo, porque Ready Player One, aun siendo una aventura ligera e inofensiva, pretende hablarle a todas las generaciones posibles, todas las personas que algún día formaron parte de lo que hoy denominamos como cultura popular. Dicho eso, el temor de ver a Spielberg tacleando este proyecto es pasajero ya que, eventualmente, él no solo recuerda que es uno de los padres de la cultura que pretende reforzar el film, sino que además retoma su poder para fabricar aventuras clásicas, siempre provocadoras de nostalgia.

Basada en la novela de Ernest Cline, Ready Player One presenta el futuro de 2045 como un mundo devastado por la despreocupación general de quienes lo habitan. La forma de mirar hacia otro lado recae en el OASIS, un softwere de realidad virtual que permite a su usuario hacer y ser lo que quiera. Videojuego o segunda vida, el OASIS es utilizado por todos, por lo que la muerte de su creador, James Halliday (Mark Rylance), supone una enorme conmoción, particularmente cuando éste revela que ha dejado un secreto en el mundo virtual, uno que le garantizará el control total del OASIS a quien lo encuentre. Así empieza la cacería, encarada por todos los usuarios y por una empresa externa, IOI, que quiere hacer sus propios cambios a esta revolucionaria herramienta. La Esta premisa podrá ser muy vistosa, pero lo primero que hace el film es establecer un paralelismo claro entre esa idea de futuro y nuestro propio presente. No es casualidad que Ernest Cline escribiera su novela hace unos cinco años. Esta historia está basada en infinidades de conceptos reales que acá muestran una cara futurista y exagerada, pero no imposible. El film aprovecha esa fachada para encender la llama de entretenimiento que llena la pantalla con color y nostalgia, y es así que la experiencia consigue llevarnos más allá de la butaca.

Paralelismos y seriedades aparte, es hora de responder la pregunta más realizada detrás de Ready Player One: ¿es el entretenimiento alocado y nostálgico que todos esperaban? Absolutamente. Más allá de que la nostalgia provenga de las interminables referencias que aparecen dentro del OASIS ( hay demasiadas como para apreciarlas todas), la película adquiere un estilo nostálgico en cuanto a ejecución. No sé si es Spielberg, la fantasía o la clara inspiración en los años 80, pero ésto se siente como un clásico de un Hollywood pasado, dónde los jóvenes eran las estrellas, dónde las apuestas eran más sencillas y dónde todo se tomaba más a la ligera. Bajo la mano de Spielberg y una fuente que entiende y existe a base de esos relatos legendarios, Ready Player One tiene el sabor de un éxito retro, hablando de cultura pop no siempre moderna y empujando una historia que pocas veces habla muy en serio.

Su ritmo tenaz y su interés por el espectáculo mandan a medida que la película entra en un espiral de locura visual que solo es abandonado cuando salimos del OASIS. Estoy hablando de imágenes difíciles de creer en cuanto a concepto y ejecución. Un ejemplo fácil sería pedirles que pensarán en el DeLorean de Volver al Futuro (ampliamente homenajeada aquí) corriendo una carrera a medida que es perseguido por King Kong. ¿Suena difícil de imaginar? Lo es, y más complejo es pensarlo de la forma en que esta película finalmente lo muestra. Escenas como esa demuestran que la experiencia no hace las cosas a medias, sino que planifica secuencias masivas, completamente llenas de elementos con su propio valor y propósito. Mientras ese DeLorean es perseguido por un gorila gigante, decenas de guiños y maravillas se manifiestan a su alrededor, incluso haciendo que el resultado esté demasiado acaparado como para apreciarlo con una sola mirada. Vale agregar que esa carrera a la que me refería se manifiesta en los primeros 20 minutos de un film que dura 140. Todo lo que viene después es aun más extraño y genial, incluida una fantástica secuencia centrada en un clásico de terror que prefiero no revelar.

Los efectos visuales que crean al OASIS son particularmente brillantes, asumiendo un estilo al que nos acostumbramos y que permite lo inimaginable. Ahora, es algo problemático que lo digital protagonice gran parte de la cinta. Esto significa que nos enfrentamos a una versión virtual de los personajes casi toda la película, la clase de tratamiento que dificulta una preocupación real por parte del espectador. Ni siquiera Wade, el héroe principal interpretado por Tye Sheridan, recibe demasiado cariño; él es otro personaje de turno con valentía y suficiente carisma. Que la película presente un protagonista tan simple ya deja en evidencia sus intenciones. Ready Player One es una producción con aspectos de ciencia ficción esmerada, sin embargo, primero es una aventura nostálgica, efectiva y sorprendentemente accesible, incluso capaz de captar la atención de los espectadores de paso, no solo de los entendidos de cine, videojuegos o comics. Estamos en una era dónde la cultura pop ha tomado un asiento delantero, y ésta es la clase de producto que se forja a partir de ese cambio. ¿Toma lugar en el futuro, funciona a base de nostalgia? Si, pero hay demasiado presente aquí como para pasarlo por alto, así como hay demasiado entretenimiento.

3 comentarios en “Crítica | Ready Player One: Comienza el Juego (2018)

  1. Estoy buscando el tiempo para poder ir a verla al cine, creo que es una pelicula hecha para los que somos cultura pop en todo momento.

      1. Esta semana tengo planeado si o si ir a verla. Muy bueno tu blog. un abrazo desde Chile

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