Luego de prestarle Spider-Man a Marvel Studios, Sony Pictures tenía que ponerse bastante creativo si quería volver a entrar en el mundo de los superhéroes. Así fue que comenzó una lluvia de ideas que eventualmente se convirtió en Venom, la primera película de un spuesto nuevo universo. Aprovechando la moda de los antihéroes provocada por el éxito de Deadpool, Sony optó por darle una oportunidad a un villano de Spider-Man, uno con suficiente personalidad como para empujar toda una producción. En papel, el personaje de Venom es grotesco y fascinante, y definitivamente diferente a lo que nos ha dado la incansable carrera de los universos cinematográficos. Ahora, lo que queda saber es si él podrá escapar a la formula habitual o segura. Claramente, Sony apuesta a que Venom sea el inicio de algo más, pero para salir ganando, se necesita que la primera entrega sea un acierto. Eso supone dos cosas: 1) Habrá un esfuerzo detrás de cámaras y 2) Habrá ansias por mantener el producto lo más controlado posible. Ese segundo punto asusta, empezando porque ha sido el que ha hundido a DC Comics constantemente durante los últimos años.

De la forma en que se presenta hoy (se estrenará en Octubre), Venom parece balancear el aspecto de una película lineal de comics de los años 2000 y la creatividad de un film con un personaje de potencial. Yo espero que se enfoquen en ese potencial y escapen a las introducciones rutinarias; que se atrevan a indagar un poco el protagonista, que tiene mucho para ofrecer. Más cuando está interpretado por un actor de calidad como Tom Hardy.

No sé, por ahora vean el trailer abajo y saquen sus propias conclusiones. Lo único que yo puedo agregar realmente es que el personaje de Venom, en sí, se ve bastante bien.