Crítica | La Perfección (2019)

Un título desafortunado o extremadamente irónico

Recientemente hemos estado rodeados por el concepto de «burlar expectativas», siendo criticado o halagado como carta bajo la manga de guionistas queriendo girar narraciones celebradas en contra de lo esperable. No se trata de nada novedoso, así como tampoco es justificación de malas narraciones, ya que no necesariamente es un capricho para salir de un aprieto o una sorpresa que remate la trama. Es sencillo, burlar expectativas es absolutamente bienvenido, siempre que haya cimientos que permitan dicho giro o que tengan una razón coherente. Me tomo tanto tiempo explicando este elemento porque efectivamente es una parte fundamental y catastrófica del nuevo largometraje de Netflix, The Perfection, película tan en deuda con giros, múltiples géneros y la burla de expectativas que nunca entiende ninguno de esos conceptos. ¿Por qué? Porque nunca existe un cimiento sólido que la cemente en un solo lugar. Mucho menos un lugar transformable.

The Perfection es un tormento activo, manteniendo una energía cambiante a favor de un relato apuntado a cada punto cardinal. Ese descontrol empieza por Charlotte (Allison Williams), una virtuosa del chelo que regresa al entorno musical con un viaje a Shanghái, dónde conoce a Lizzie (Logan Browning), una chelista igual de talentosa que la ha eclipsado. La rivalidad entre ambas es clara, pero la misma pronto se convierte en algo más, una relación que las unirá en demasiadas formas. Intento ser lo más ambiguo con dicha relación, porque es lo que finalmente comienza el espiral de La Perfección, uno que cambia al menos cuatro veces antes de presentar lo que podríamos denominar como su verdadera forma. Con solo 90 minutos disponibles, éste es un proyecto de carácter esquizofrénico, cuya misión es jugar con las expectativas del espectador para agarrarlo desprevenido una y otra vez. Ahora, su pecado más claro, es que no es capaz de explicar cuales serian sus expectativas desde un principio. Por lo tanto, si no hay expectativas, no hay como romperlas.

Incluyendo varias películas en una, este experimento de Netflix actúa como misterio, como thriller elegante y como el peor cine B, intentando reproducir los funcionales descensos extravagantes que han protagonizado terrores recientes. Pensemos en Get Out por ejemplo, la comedia de terror de Jordan Peele que también colocaba a Allison Williams como protagonista. Se trataba de una cinta mezclada en géneros que efectivamente bajaba escalones en una escalera más retorcida y más excéntrica. Lo que podemos sacar de ella, es que esa escalera metafórica no solo estaba presente desde el principio, sino que también avanzaba un escalón a la vez. The Perfection es una película que conscientemente esconde su escalera y nunca baja sus escalones, solo rueda hacia abajo a velocidades impensables. Así maneja el cóctel de géneros, empezando por una elegancia que demuestra tener secretos, pero que nos impide descubrirlos. La orden del día es engañar al espectador repetidas veces para que pierda el norte. ¿Algo posible? Seguro. Pero no hay norte, solo existen golpes bajos de sangre, estupidez y depravación para abrir el espacio a una supuesta historia de redención e intenciones extrañas.

Dirigida y escrita por Richard Shepard, quién ha demostrado creatividad y calidad en el pasado de la mano de Dom Hemingway El MatadorLa Perfección presenta cantidades de detalles y cambios como para demostrar su estado final en la clase B, pero incluso en ella hay un cimiento que no responde. Porque en algún momento, ésta pieza quiso ser alguien más, quiso pasarse de lista y hasta quiso aparentar que todas esas facetas eran parte de su moderna corteza. Puede que quiera parecerse a ese terror independiente y contemporáneo, ese que efectivamente es autor de combinaciones de géneros, pero hasta el más sencillo reconoce que engañar e ir en contra de la corriente no es sinónimo de calidad, de debate o incluso de entretenimiento. De hecho, hasta para llegar al último toca extremos desesperados, unos que pierden el atractivo desde temprano. Cuando su catastrófica estructura termina de formarse, uno es capaz de ver las tramas olvidadas, las trampas tendidas y las complicaciones ofrecidas para dejar la ilusión de ingenio y modernidad en lo que termina siendo un experimento casi vulgar y primario, uno que pretende ser todo y se va sin nada.

La Perfección está disponible en Netflix

Crítica Audiovisual

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